Reino Unido es el primer país europeo en el que Amazon comenzará a probar sus drones en sus servicios de envío. La plataforma de compraventa online pretende así reducir el tiempo de entrega y abaratar los costes.
El servicio de entrega con drones comenzará su fase de pruebas en Reino Unido desde Cambridge, donde Amazon va a instalar su centro de investigación y desarrollo. Para ponerlo en marcha, Amazon está buscando profesionales con al menos cinco años de experiencia en el sector de la aviación de aparatos no tripulados y al día sobre las legislaciones de seguridad aérea. A principios de verano, Amazon ofertó los primeros empleos de ingenieros para la investigación y desarrollo del proyecto y, ahora, ha publicitado más vacantes que permitan avanzar en el proceso.
Los drones serán capaces de volar a unos 80 kilómetros por hora con una autonomía de una hora y media, por lo que operarían en un ratio máximo de 120 kilómetros desde la base de envío hasta el destino, guiados por un servicio de GPS. De momento, está pensado, sobre todo, para destinos de difícil acceso siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan. Las características actuales sólo permitirían transportar paquetes de 2,3 kilos como máximo.
Este servicio ha levantado tantas pasiones en el mundo e-comerce como suspicacias, ya que muchos lo consideran un servicio que pone en riesgo la privacidad de los usuarios y la seguridad del país frente a ataques terroristas.
Con la instalación de la base de I+D en Cambridge, Reino Unido concentra ya proyectos tan importantes como el centro de inteligencia artificial de Google en Oxford o la sede de investigación y desarrollo que Apple está construyendo también en Cambridge.