El comercio online se define por realizar transacciones y compras a través de internet. A día de hoy, la mayoría de las tiendas y comercios se han adentrado en el mundo tecnológico y han lanzado sus tiendas online. Pese a sus miles de beneficios, algunas de los negocios más populares han optado por no expandirse en este universo.
Los orígenes del e-commerce se remontan a los años ochenta, cuando un intrépido empresario británico, Michael Aldrich decidió modificar una televisión normal en un procesador a tiempo real a través de la línea telefónica del hogar. Poco después lanzo el Redifon’s Office Revolution que posibilitó a los consumidores, las agencias, distribuidores y proveedores estar conectados online y que se realizaran las transacciones en tiempo real. La llegada del World Wide Web a escala comercial y las innovaciones tecnológicas supusieron el auge del ecommerce. Aparecieron servicios online y primer sistema de shopping en línea de Intershop. Pero fue el lanzamiento de Amzon y Ebay que catapultó la llegada de esta tendencia.
La tecnología, un mundo ultra conectado y la falta de tiempo de los ciudadanos ha hecho de las compras online la alternativa perfecta. Los beneficios son enormes y muchas tiendas optan por conservar sus tiendas físicas y expandirse en la web o simplemente usar sus plataformas online. A través de esta opción, los comercios expanden sus mercados y sus negocios ya que agilizan las ventas y llegan a muchas más personas. Para los clientes, el consumo online es ideal. Pueden realizar compras dónde, cómo y cuándo quieran con la comodidad de que les llega a casa. Además, en muchas ocasiones tienen la oportunidad de comparar precios o recibir descuentos. Se podría decir que con el comercio online todo el mundo gana.
A pesar de la situación win-win del mundo online, no todo es oro lo que reluce. El mercado online ha supuesto una gran inversión para muchas marcas, tener que distribuir tanto online como off es un esfuerzo. Los consumidores también encuentran desventajas en esta nueva forma de comprar. Muchos no confían en el sistema de pago por el miedo a fraudes y seguridad. Además, no saben comprar online, prefieren poder tocar y probar los productos que se van a llevar a casa. Estos son algunos de los inconvenientes que acarrea el mercado online.
La cadena de tiendas, Primark ha rechazado su expansión al mundo online. Al contrario que la mayoría de las tiendas de ropa y accesorios, la marca irlandesa no encuentra ventajas con este sistema. Tras un intento en la página ASOS, el jefe de suministro de Primark, Martin White decidió que no le salía rentable. El modelo low-cost de la tienda resulta más provechoso en tiendas físicas. El director general para la Península, José Luis Martínez de Larramendi, afirma que siguen abriendo tiendas “porque todavía existente posibilidades de seguir desarrollando y llevando nuestra fórmula a distintos lugares de España”. Parece que Primark ha encontrado la fórmula perfecta para mantenerse offline.