Amazon ya ha comenzado en Estados Unidos las pruebas de su propia red de transporte. Por el momento se trata de un proyecto de la gran compañía Ecommerce, pero muestra su interés por internacionalizar la gestión del transporte de sus pedidos.
Actualmente, Amazon subcontrata el servicio logístico a empresas como UPS y FedEx y la idea de su propia red de transporte es minimizar la dependencia con estas compañías y expandir el servicio al resto del territorio nacional.
Estas pruebas han comenzado en la ciudad de San Francisco dónde diversas furgonetas de reparto y el propio personal de Amazon han comenzado a repartir varios pedidos en determinados códigos postales de la ciudad. Se prevé que este proyecto se inicie próximamente en otras ciudades estadounidenses como Los Ángeles y Nueva York.
La creación de una red logística propia es una de las principales líneas de expansión de Amazon, que cada año recibe miles de quejas debidas a los retrasos producidos en la entrega de pedidos durante la época navideña.
De esta forma, con una flota de camiones y repartidores propia, Amazon tendría un mayor control en la entrega de los paquetes, mejorando, por tanto, la experiencia de los usuarios. Asimismo, se producirían importantes beneficios a largo plazo, como gastos de envío menores o entregas en franjas horarias más completas, que podrían ampliarse también de noche y durante los fines de semana.
Igualmente, hemos visto como Amazon daba pequeños pasos en esta dirección cuando, durante la pasada campaña de Navidad, se etiquetaron determinados pedidos con las etiquetas ‘AMZL’ y otros con ‘AMZN_US’. Al parecer, estos últimos paquetes contaban con un proceso de tracking distinto de los otros, que no tenía vínculos a un site externo.
Se trata sin duda de un importante adelanto en la expansión del gigante del Ecommerce, que permitirá mejorar su sistema logístico gracias a una red de distribución propia.