Con el paso de los años Twitter se ha convertido en la “plaza del pueblo” donde todo se debate, discute y comparte con el resto de usuarios. Que entre ellos hay perfiles falsos, inactivos o con mensajes programados, es algo conocido por todos. El último estudio de la red social revela que hasta 23 millones de cuentas están manejadas por robots.
Actualmente, Twitter cuenta con 271 millones de usuarios activos al mes, de los que aproximadamente el 5% estarían controladas por computadoras de publicación automática de mensajes. A priori, no resulta ningún problema para Twitter ni para sus usuarios ya que, a menudo, estas cuentas se comportan como usuarios normales o, incluso, algunos perfiles reales emplea bots informáticos para aparentar mayor influencia o servir de apoyo en determinadas campañas, en el caso de las marcas.
Es por este mismo motivo, que las cuentas robotizadas son cada vez son más difíciles de detectar, y esto si puede llegar a suponer una preocupación para Twitter y sus anunciantes. Estos perfiles robotizados únicamente escriben mensajes pero, obviamente, no van a ser atraídos por los mensajes promocionados de las marcas, a pesar de que sí podrían entrar dentro de su público objetivo.
Un 5% empieza a ser una cifra significativa que genera interés en los anunciantes para ajustar sus campañas y presupuestos. Además, este tipo de cuentas no sólo pueden tergiversar los datos de la audiencia objetivo, sino que además su repercusión es doble, ya que tampoco van a realizar RT’s o marcar Favoritos.
El trabajo de Twitter en este campo debe centrarse en crear herramientas capaces de identificar a estas cuentas y poder elaborar informes para que los anunciantes puedan continuar confiando en Twitter como plataforma para llegar a los consumidores y convertirlos en ventas.