Los consumidores y usuarios de plataformas e-commerce son más exigentes con la seguridad online que en tiendas físicas. Semana tras semana recibimos informaciones sobre nuevos sistemas de pago online más seguros que pretender generar confianza y captar clientes, al contrario que en los comercios tradicionales.
La seguridad se ha convertido en el pilar fundamental del desarrollo del mercado online. Cuánto mayor seguridad aporta un sitio en los métodos de pago, mayor es la confianza que genera. La explicación la encontramos, sobre todo, en los métodos de pago y la necesidad de aportar nuestros datos personales para poder efectuar la compra. La seguridad ha cambiado de bando y, es que, mientras que en el comercio tradicional la seguridad cumplía su función de cara al vendedor, ahora satisface la necesidad del comprador.
Sin embargo, existen puntos comunes como es la inadvertencia de su existencia. Tanto en las actividades tradicionales como en las electrónicas, la seguridad no puede ser un obstáculo para el cliente, ya que puede derivar en desconfianza, precisamente el efecto contrario, ya sea por agobio en las tiendas físicas o por requerir un proceso demasiado meticuloso que impida culminar la compra en el sector online.
Por ello, los últimos sistemas de pago apuestan por la generación de totens y códigos que sustituyan a los datos bancarios y personales, de forma que sólo es necesario aportar los datos reales al darse de alta en una determinada plataforma. Lo mismo sucede en las tiendas y grandes almacenes tradicionales, las empresas de sistemas de seguridad como SIDEP elaboran dispositivos cada vez más sofisticados que no supongan una barrera entre el cliente y el producto pero que, al mismo tiempo, permitan al vendedor ejercer el mayor control posible para evitar robos y hurtos.
En definitiva, la seguridad se alza como un valor que puede marcar el éxito o el fracaso de cualquier empresa.