Los pequeños y medianos empresarios son conscientes de la importancia de trasladar parte de su actividad empresarial al e-commerce, y así se traduce en las ventas desde sus plataformas. Según un informe de Arsys, empresa especializada en tiendas online, servicios de hosting y registro de dominios, el volumen de facturación online de estos negocios se ha incrementado un 18% respecto al año 2012.
Estos avances que se están produciendo en el e-commerce de las pymes españolas responden a la tendencia global para este tipo de modelos de negocio a través de la red. El crecimiento en España durante 2013 viene apoyado en un incremento tanto en el volumen de ventas, un 12% mayor que en 2012, como en el importe medio de las compras, que creció un 6%. Según estos datos, el gasto promedio de los consumidores e-commerce asciende hasta situarse en los 119 euros por compra.
En este mismo sentido se orientaban los datos arrojados por el informe de laComisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de junio de este año, el cuál mostraba una subida de los ingresos del comercio electrónico hasta los 3.291 millones de euros en el tercer trimestre de 2013. Asimismo, también concluyó un crecimiento del 26,3% en el número de operaciones, con 46,5 millones de transacciones en el mismo periodo.
Todos estos datos no hacen sino avalar las previsiones que apuntan hacia un liderazgo del comercio electrónico español en cuanto a tasas de crecimiento a nivel europeo, abandonando el retraso que, hasta ahora, ha presentado nuestro país en este tipo de mercado, muy por debajo de los países de su entorno.
A la hora de sacar conclusiones para las PYMES, parece que estas, además de lanzar sus productos a la venta en internet, también empiezan a desarrollar estrategias complementarias en marketing y publicidad, esenciales para el funcionamiento del e-commerce, aunque aún queda mucho camino por recorrer.