La implantación de una plataforma e-commerce no es suficiente para penetrar en el comercio electrónico. Captar clientes y mantenerlos es clave para triunfar en la actividad online de las empresas. En España, el alza del e-commerce liderará las tablas de crecimiento europeas, pero son muchas las marcas que ofrecen servicios de compraventa online pero carecen de desarrollo para un funcionamiento óptimo.
Las formas de pago, los procesos de compra o los canales desde los que se realizan están en continuo cambio. Estas innovaciones y evoluciones del comercio electrónico generan puntos críticos para las empresas en los que el consumidor puede optar por otros servicios.
Este contexto de evolución continua el e-commerce está logrando llegar a un cada vez mayor número de consumidores. En la próxima década, el 40% del comercio global podría ser online, lo que significa que existirán más empresas que basen su actividad económica en la red, incrementando la competitividad y el repartió de los consumidores. Por todo esto, no solo es necesario captar al cliente, sino lograr su fidelidad.
Además, los procedimientos online aún generan cierta desconfianza. Los métodos de pago, por ejemplo, son la principal reticencia a la hora de finalizar una compra, por lo que invertir en los diferentes canales a través de los que se pueden abonar los pagos es trascendental para que el cliente pueda escoger el que mayor confianza le inspire. Estar presente en todos lo canales y dispositivos fijos y móviles, invertir en logística para lograr rapidez y eficacia en el envío y en estrategia de marketing y publicidad que animen a los consumidores a visitar y comprar el producto son algunos de los aspectos que más peso tienen en el desarrollo de estrategias complementarias para potenciar el e-commerce.
Prepararse para el peso del e-commerce en el futuro debe ser el objetivo de las empresas Quedarse atrás en un contexto de competencia puede terminar con la actividad empresarial.